Aubervilliers ofrece a los visitantes una atractiva gama de cosas que hacer sea cual sea su gusto y presupuesto. Visite la iglesia Notre-Dame-des-Vertus en Fort D'Aubervilliers, pasee por las orillas del canal; recorra la plaza de Stalingrado o la hermosa plaza del ayuntamiento. La ciudad cuenta con 75.000 habitantes, entre los que se encuentran muchas figuras notables como escritores, pintores y artistas diversos.
El nombre Aubervilliers aparece por primera vez en 1060 en una escritura de donación de Enrique I al priorate de Saint-Martin des Champs en París. En el umbral del siglo XX, esta antigua pequeña ciudad, conocida desde la Edad Mediad por sus tierras fértiles y sus huertos, es conocida por su plantación de coles en Aubervilliers y se ha hecho tan famosa como la plantación de melocotones en Montreuil. Ambas estaban ya vinculadas a la naciente era industrial. Las industrias masivas vinieron a conformar la ciudad tal y como la conocemos hoy.
Pasee por la plaza del ayuntamiento, con terrazas y una fuente esculpida por Amado. No se pierda la visita a la iglesia Notre Dame des Vertus (siglos XVI-XVII) clasificada como monumento histórico. Al entrar en este lugar de culto, descubra una vidriera que representa "el milagro de la lluvia" y "la peregrinación de Notre-Dame-des-Vertus". No hay que perderse tampoco: los órganos de la iglesia de los siglos XVII-XVIII; una pintura al óleo sobre lienzo del "Cristo en el Huerto de los Olivos" (siglo XVIII); una estatua de la Virgen María y ángeles adoradores; una mano esculpida del siglo XIV; velas ofrecidas por el mariscal Toulouse en 1336; una clave esculpida del siglo XV o principios del XVI; un retrato de María de la Encarnación (XIX) y, por último, las partes superiores de los pilares centrales (XIV y XV).
El paseo por Aubervilliers puede llevarle a la antigua casa consistorial, hoy ayuntamiento, donde podrá descubrir los óleos sobre lienzo "Alegoría del trabajo" y "Alegoría de la abundancia" de Gastón Bellade (1325), así como un busto de Jean Jaurès. Admire la estatua de Firmin Gémier, fundador del Teatro Nacional Popular en 1920, en la plaza de Stalingrado. Durante su paseo, no se pierda el Theater de la Commune, antiguo juzgado de paz que data de 1900. Al pasar por la plaza de Stalingrado, observe el grupo de niños esculpidos en hierro fundido. El mercado, que data de 1861, está hecho de hierro, ladrillos y vidrio.Fíjese en las escuelas -Jean Macé y Paul-Beit- que datan de finales del XIX y de 1935 para la escuela Paul-Doumer. Eche un vistazo al edificio de estilo barroco de 1900 situado en el número 14 del bulevar Anatole France. Haga un alto en la granja Mazier, así como en las esclusas de Quatre-Chemins y Des Vertus. Observe la oficina de correos Arts Deco construida en 1927, los huertos, el fuerte del XIX, la zona de Magasins Généraux con los edificios construidos en hierro y ladrillo. Haga otra parada para ver la chimenea de la antigua fábrica de cerillas conocida como Ancienne manufacture d'Allumettes en francés.
Si disfruta admirando estos edificios, también le gustará la diversidad del urbanismo de la zona.
Si quiere recorrer y visitar Aubervilliers con un guía, no se pierda las visitas en empresas a talleres, así como las visitas guiadas a pie que se proponen a lo largo del año. Aubervilliers forma parte del territorio de la Comuna de Plaine y se ofrecen numerosas visitas guiadas sobre el tema de la cultura y la creatividad. Para aprovechar al máximo su visita a Aubervilliers, planifique su visita, consulte nuestras páginas dedicadas a los restaurantes para degustar y disfrutar de la gastronomía francesa.También puede reservar su hotel en Aubervilliers y sus alrededores o un alquiler de vacaciones en Aubervilliers. Un minicrucero por el canal desde la Villette le llevara al centro comercial Millénaire para los amantes del shopping.
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