En la segunda mitad del siglo XIX, las fábricas no fueron las únicas que invadieron el noreste de París. Con el crecimiento de la urbanización y la industrialización, la capacidad de abastecimiento tuvo que aumentar y asi apareció una nueva función : el almacenamiento. De los simples depósitos de madera (en Bagnolet) se pasó a almacenes como - Les Magasins Generaux- los almacenes generales creaos en Aubervilliers en 1866. Su calidad arquitectónica favoreció y preservó su existencia.
El suburbio del noreste de París es un lugar ideal para el almacenamiento de cualquier tipo de mercancía. La importante red de comunicaciones y el amplio espacio disponible, mucho más barato que en París, son ventajas innegables. Así, la SITA ( Sociedad de Gestión de Residuos) se instaló en varios lugares donde construyó grandes hangares utilizados como garajes para la recogida de basuras. En 1897, se construyeron dos garajes de estructura metálica en Saint Ouen y Romainville. Luego, en 1924, en Pantin, un nuevo edificio de hormigón albergó los camiones de la empresa SITA
En el emplazamiento de Plaine Saint Denis, la empresa Nozal creó un almacén conectado a la red ferroviaria industrial. Su actividad cesó definitivamente con el cierre de Nozalin en 1993. Todavía hoy se conserva una gran nave cubierta de cobertizos de hormigón de forma ovalada. Fue a finales del siglo XIX cuando aparecieron por primera vez estos cobertizos con techos de dientes de sierra diseñados para las granjas y utilizados en series de tres y que se convirtieron en un auténtico invento de la arquitectura de la industrialización. Los cobertizos se han convertido en símbolos fabriles.
Para el mantenimiento del ferrocarril industrial se crearon también numerosos talleres de reparación o de material ferroviario. Los edificios de almacenamiento de Plaine Saint Denis, inaugurados en 1874, sufrieron graves daños durante la Segunda Guerra Mundial, pero fueron reconstruidos y funcionaron hasta 1990. Sus grandes bóvedas de hormigón forman un conjunto notable.
La idea de los muelles-almacén fue obra de los británicos. El primer muelle se construyó en 1710, en Mersey (Liverpool). Pero la verdadera motivación tuvo lugar en Londres, que ocupaba entonces el primer lugar en cuanto a puerto de importación más grande del mundo. Era un lugar único para el desembarco y el envío de mercancías y el almacenamiento bajo la gestión de una sola empresa. Desde 1801 (construcción de los West India Docks) hasta 1806 (con los Victoria Docks), se crearon cinco establecimientos de este tipo.
A partir del primer tercio del siglo XIX, los puertos secundarios británicos tomaron la iniciativa de conectar sus establecimientos a las vías férreas, cosa que no hizo Londres hasta 1856.
Los muelles de almacenamiento de París representaron un paso intermedio entre la primera experiencia británica y los resultados de este tipo en los muelles de Marsella. A mediados del siglo XIX se construyeron dos establecimientos de almacenamiento parisinos en el canal: los almacenes del Pont de Crimée, entre 1845 y 1853, cerca del Bassin de la Villette, y los almacenes del Pont de Flandre, a orillas del Canal Saint Denis, construidos en 1854. Siguiendo el desarrollo de los almacenes parisinos y en la lógica de continuidad hacia la periferia, se construyeron los primeros almacenes en Aubervilliers.
Georges Tom Hainguerlot, empresario parisino, poseía unos almacenes situados en el Pont de Flandres, en el distrito XIX de París. En 1866 compró un terreno situado a orillas del canal de Aubervilliers. En 1874, el terreno pasó a manos de la Société Anonyme des Entrepôts et Magasins Généraux d'Aubervilliers et Saint-Denis, creada a tal efecto un año antes. Se disolvió un año después y fue completamente absorbida por la empresa principal "Compagnie des Entrepôts et Magasins Généraux" en 1879.
Desde entonces, la empresa siguió expandiéndose, comprando las parcelas de los alrededores y demoliendo todos los edificios de esos terrenos, y siguió procediendo así hasta los años 1950. Para sustituirlos, la EMGP construyó sus propios edificios de almacenamiento. Los terrenos acabaron ocupando todo el espacio que se extendía desde la Porte de La Villette hasta la Porte de La Chapelle, en las afueras de París. Se conectaba con la red ferroviaria al norte y al este y, más tarde, con el sistema ferroviario industrial y, por último, con el Canal Saint Denis mediante la zona de actividad comercial denominada "de l'entrepôt". El almacenamiento a granel se refiere a productos alimenticios no perecederos, como cereales, azúcares, alcoholes y aceites, pero también a la madera y el carbón.
Los Magasins Généraux, como suele ocurrir, tomaron prestada su arquitectura de las naves de mercado, cuya sencillez y tamaño respondían a las necesidades económicas y de superficie. La nave está dotada de un doble techo, también llamado techo abierto, que permite la ventilación y la luz directa, limitándose las aberturas en el muro a los frontones. A veces, los edificios de almacenamiento, como los de Westinghouse en Sevran, están cubiertos por enormes ventanas que proporcionan una buena circulación de aire y luz.
Mucho tiempo en desuso, después de que la industrialización abandonara el lugar, el enclave de Entrepôts et Magasins Généraux de Paris se expandió rápidamente con la construcción de "Millénaire", un centro comercial, y de Rosa Parks, un nuevo barrio de París. En casi diez años, unas trescientas empresas y doce mil empleados se han instalado en torno a este patrimonio bien habilitado. Los edificios están ahora dedicados a nuevas empresas y estudios de televisión.
Simultáneamente, se han creado nuevos edificios, como el "270", un edificio emblemático diseñado por los arquitectos Xavier Gonzales y Olivier Brenac.
Las siete plantas de este "edificio inteligente" y su fachada decorada con ladrillos y ventanales que juegan con los colores, se inauguró en 2005. Es uno de los primeros edificios de oficinas franceses en recibir la etiqueta "démarche HQE" (norma de alta calidad medioambiental) y es un modelo en materia medioambiental. Algunos edificios de oficinas, con vegetación, ofrecen un efecto realmente magnífico.
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