El Canal Saint-Martin, que antiguamente sólo transportaba tráfico comercial, ofrece a los amantes de la capital un paisaje urbano inédito. Con sus nueve esclusas, sus dos puentes giratorios, sus pasarelas de estilo Eiffel, sus misteriosos túneles abovedados y sus árboles centenarios, el canal ofrece a los paseantes la oportunidad de redescubrir el París de una época anterior.
Proyectado por Napoleón I, el Canal Saint-Martin se inauguró en 1825 en el marco de las grandes obras realizadas en los otros canales de la capital (el Canal Saint-Denis y el Canal de l'Ourcq). El Canal Saint-Martin, al igual que los demás, permitió a las autoridades resolver los problemas de abastecimiento de agua de la capital y también favoreció el transporte de mercancías. El canal, que unía el Bassin de la Villette y el Pavillon de l'Arsenal, fue testigo de un cambio gradual en el campo que atravesaba, con la instalación de almacenes, molinos, fábricas de vidrio y más...
Durante el Segundo Imperio, un importante desarrollo impulsado por el barón Haussmann transformó el aspecto del canal. Las grandes obras públicas rebajaron su nivel en 6 metros, se cubrió un tramo, el actual bulevar Richard Lenoir, y la apertura de la bóveda bajo el Templo creó el bulevar Jules-Ferry.
En los años de posguerra, con la llegada del automóvil, el volumen de tráfico de mercancías en el canal disminuyó de año en año. En los años 60, las autoridades municipales propusieron convertir el canal en una autopista urbana de 8 carriles, plan que se abandonó rápidamente por falta de financiación. Con el paso del tiempo, el canal se ha convertido en un lugar de moda, muy apreciado por parisinos y visitantes.
Un barrio muy apreciado En pocos años, la zona que rodea el canal se convirtió rápidamente en una zona de clase media con la llegada de habitantes más prósperos y una nueva generación de artistas que convirtieron lo que antes eran desvanes de artesanos en residencias de lujo.
Salpicado de románticas pasarelas, una larga franja de vegetación y misteriosos túneles abovedados, el Canal Saint-Martin es una de las grandes bazas turísticas de París: el tráfico de mercancías ha dado paso a los cruceros fluviales y a las embarcaciones privadas de recreo, y sus orillas son ahora un lugar de paseo y recreo para los parisinos.
Las orillas se han convertido en un lugar de paseo y descanso para parisinos y turistas. Numerosas tiendas pequeñas, restaurantes y cafés han surgido a lo largo de las orillas del Canal St Martin.
En verano, los domingos por la tarde es posible bañarse en el Canal St Martin. Báñese en el corazón de París con total seguridad.
Puede reservar un hotel cerca del Canal Saint-Martin en el corazón de París durante su estancia en la capital. Los hoteles cerca de la plaza de la República también están muy cerca del canal Saint-Martin.
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Hay muchas formas de descubrir el Canal Saint-Martin: en barco, a pie, en bicicleta... desde las orillas o en el agua. No necesita reservar para visitar el Canal Saint-Martin, pero es aconsejable encargar su crucero con antelación.
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Reservar un billete para los cruceros por el Canal Saint Martin
Un crucero por el río Sena y el Canal Saint-Martin le llevará directamente al Museo de Orsay desde el Bassin de La Villette, pasando por el jardín de las Tullerías, el Louvre, la Ile de la Cité y Notre-Dame, y luego al Canal Saint-Martin con vistas, entre otros, al Hotel du Nord.
Cruceros por el Sena y el Canal Saint-Martin
Con las compañías de cruceros Paris Canal y CanauxRama, los visitantes pueden disfrutar de tranquilos cruceros por el Canal Saint-Martin. Hay varios cruceros que presentan la historia del barrio y anécdotas insólitas relacionadas con el canal o que pasan por los túneles abovedados y permiten llegar a las atracciones destacadas del Parque de la Villette (la Géode, la Ciudad de las Ciencias, la Ciudad de la Música y la Filarmónica de París...).
Aparte de los cruceros fluviales, el Canal Saint-Martin es un lugar ideal para dejarse caer por alguno 
de los numerosos bares, para pasear por las orillas del canal bordeadas de castaños y plátanos o para recorrer los carriles bici que conectan varios lugares (como el Bassin de la Villette, el barrio de la Bastilla y el Puerto del Arsenal...) dentro de París o en Seine-Saint-Denis. No deje de ir al "Hôtel du Nord", monumento histórico protegido, donde se rodó la película homónima de Marcel Carné.
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