Roman Froquet persiguió y reveló su talento artístico en el grupo "collectif 9e concept" al que se unió en 2000. Influido por el arte tribal africano y sudamericano, sus creaciones se inspiran también en grandes artistas como Picasso y Basquiat.
Roman Froquet es también un colorista excepcional. Sabe cómo introducir el color en sus obras de una manera vibrante e impresionante. Desde 2012, su obra revela el símbolo de un árbol, que declina en arabescos y volutas abstractas en el corazón de la ciudad. Símbolo de humanidad y vitalidad, el árbol es también un símbolo de arraigo y temporalidad. Ilustra la condición humana a través de sus pinceladas que se entrelazan.