Paralelamente a las vías navegables, el tráfico ferroviario ha dado un fuerte impulso a la industrialización de Plaine Saint-Denis. Aunque, durante mucho tiempo, las grandes compañías ferroviarias no se interesaron por los suburbios de París y prefirieron el transporte público nacional, dos empreasiros tuvieron una gran idea que iba a ser determinante para la industrialización de la región.
Una empresa de albañilería de piedra "Riffaud et Civet", dejó París y se instaló en una superficie de 40 000 metros cuadrados en Plaine-Saint-Denis. Los dos industriales compraron una hermosa casa llamada "el castillo de la Plaine", situada en el número 126 de la avenida Paris ( ahora llamada avenida del presidente Wilson). Construyeron dos edificios para utilizarlos como oficinas de estudio, servicios comerciales y viviendas para los trabajadores. Proyectaron establos que podían albergar 50 caballos, pero los dos empresarios tuvieron una mejor idea. En 1886, para facilitar el transporte de piedras, pensaron en unir su obra de albañilería con el ferrocarril del norte;
La construcción de esta línea privada requería importantes recursos. Así que Riffaud y Civet se pusieron en contacto con otros industriales situados en esa posible línea para colaborar. Algunos de ellos aceptaron inmediatamente, como Saint-Gobain, la fábrica de los hermanos Tancrèdes y la jabonería "Deux-Mondes". Una vez que su obra de albañilería se conectó con el ferrocarril del Norte, con la estación de mercancías "Plaine Saint-Denis" y con la red interna de Almacenes Generales, se conectó con la carretera de circunvalación de París y con la Gare de l'Est, la estación de París. Se creó un puerto en el Canal Saint-Denis, lo que permitió la conexión entre la vía fluvial y el ferrocarril. Había nacido la red ferroviaria industrial.
Se estaba produciendo un verdadero entramado de sistemas de conexión ferroviaria. Se había instalado el ferrocarril que conectaba las empresas. Esta organización era especialmente interesante porque reducía los costes de transporte de las materias primas y de los productos manufacturados. Pero, además, creó una demanda de nuevo material. En efecto, los raíles, las vigas y las viguetas, las locomotoras y las piezas de artesanía eran esenciales para su funcionamiento, creando un nuevo sector de industrialización. Varias empresas se instalaron para responder a esas nuevas necesidades. Fue el caso de la "Compagnie Auxiliaire des Chemins de Fer" que se instaló en Saint-Ouen en 1880 para construir compartimentos para trenes. La empresa Corpet-Louvet, creada en 1912 en La Courneuve, construía material ferroviario; la firma Westinghouse, fábrica de frenos ferroviarios en Sevran; Worthington, en Le Bourget, especializada en acoplamientos ferroviarios; o la firma Jeumont-Schneider, que producía sistemas ferroviarios, cambios de vía o cruces en Plaine-Saint-Denis desde 1919.
La sociedad de ferrocarriles industriales, que comenzó con tres estaciones "conectadas", daba servicio a veinte en 1890. En los años 30, la sociedad de ferrocarriles industriales estaba en su punto más importante con ochenta y cinco empresas y almacenes conectados, transportando hasta 600 000 toneladas de mercancías al año. En los albores de la Segunda Guerra Mundial, este sistema daba servicio a 140 hectáreas en la Plaine Saint Denis.
En los años 50, la conexión con los Almacenes Generales se cerró porque esos almacenes utilizaban en esa época principalmente la carretera, entonces la estación de Haie-Coq cesó su tráfico. Con el inicio de la desindustrialización del lugar, la actividad de la sociedad ferroviaria industrial disminuyó bruscamente a partir de 1970. El último tren circuló por la red el 15 de diciembre de 1993, día en que se cerró el edificio de la empresa siderúrgica Nozal.
El edificio de la sociedad industrial ferroviaria, al que se le añadieron 3 plantas en 1906, sigue en pie en el número 124 de la avenida Président Wilson. A pesar de algunas transformaciones de la fachada, las dos bóvedas, una que permitía el paso de las locomotoras y los vagones, la otra, la evacuación de los remolques tirados por caballos que hacían las entregas, siguen aquí. En el jardín de entrada de los Magasins Généraux (50 avenue du Président Wilson), se expone una locomotora eléctrica AEG con acumuladores y tres ejes. Construida en 1930, es una de las últimas siete locomotoras que circularon por la Plaine. Forma parte de un tipo de cabina central, llamada "boîte à sel".
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