Coubron y su habitantes tienen una preocupación primordial por la conservación de sus parques naturales, lo que la convierte en una ciudad maravillosamente verde.
Su nombre viene de "courtberon" o "courtbron" por courtil, el jardín, y Breo (nis), el nombre de un agricultor. Con sus 183 hectáreas de bosques y 92 hectáreas de tierras agrícolas, Coubron cultiva una naturaleza rural muy apreciada por sus habitantes. Este pueblo está formado en su mayoría por propiedades individuales, y algunos comercios de proximidad que dan forma a su centro urbano. La preocupación por preservar su patrimonio natural es el factor subyacente con el que todos los coubroneses están de acuerdo; ello explica que toda la ciudad siga invirtiendo en la lucha por salvar el Bois de Bernouille, amenazado por el yeso a cielo abierto. Después de muchas reuniones, se toma la decisión de preservar el bosque de forma permanente, todas las operaciones que se realicen en él serán "protegidas".
En 1986 se creó una ZAD "(Zone d'Aménagement Différé) una zona de desarrollo integrado en el futuro", de 120 hectáreas, comprometida con la creación de un espacio natural y recreativo, donde se replantaron seiscientas vides, retomando los lazos con un pasado lejano. Paralelamente, la ciudad fundó el gremio: confrérie des Compagnons du clos de Bréon. A pesar de su modesto tamaño, Coubron cuenta con grandes actividades deportivas y culturales. Tres grandes citas ritman la vida comunal de Coubron: los mercadillos de primavera u otoño, la "fiesta del pueblo", a finales de junio. Hermanada con la ciudad alemana de Berkheim desde el 19 de mayo de 1991, Coubron también participa en algunas celebraciones tradicionales como la marcha de Noël, que poco a poco se ha convertido en un lugar común en Seina-Saint Denis.
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