En 1865, el barón Haussmann -encargado por Napoleón III de "modernizar" el urbanismo parisino- decidió agrupar los mataderos y mercados de ganado de París en La Villette. El complejo se inauguró el 21 de octubre de 1867, con las tres gigantescas naves del mercado de ganado, construidas por Jules de Mérindol, al sur del canal de Ourcq, y los mataderos al norte.
La historia del barrio se fundirá con la de este mundo cerrado, fascinante por sus ritos, códigos y jerarquías. También era preocupante, sobre todo en la "ciudad de la sangre", donde, hacia 1900, se sacrificaban 23.000 ovejas y 5.000 bueyes cada día.
Desde principios del siglo XX, los mataderos tuvieron dificultades para hacer frente al crecimiento del mercado de la carne. El equipo se modernizó en 1930, pero en 1950 volvió a surgir el problema, junto con el preocupante hecho de que, con el desarrollo de la industria del frío, era más rentable sacrificar a los animales en la granja. Sin embargo, en 1959 se decidió reconstruir los mataderos, que eran anticuados e inadecuados, para crear un "mercado nacional de la carne". Las dificultades técnicas y los costes financieros retrasaron el proyecto.
El "escándalo de La Villette" no tardó en aparecer en los titulares. El trabajo se detuvo en 1970 y el matadero industrial cerró en marzo de 1974. En 1979, el emplazamiento se reconvirtió en un complejo único en el mundo que combina naturaleza, arquitectura, ocio y cultura en 55 hectáreas: el Parque de La Villette.
El principal testimonio de estos antiguos mataderos es la gran sala de la Villette, que se ha convertido en un equipamiento cultural y de eventos. La Halle aux cuirs, donde se procesaban y almacenaban las pieles de los animales sacrificados en La Villette, también se ha convertido en un lugar cultural.
Acceso
