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Basílica Saint Denis

La tumba de Enrique II y Catalina de Médici

Enrique II, rey de Francia de 1547 a 1559, y su esposa Catalina de Médici. Dinastía Valois-Angoulême.

Enrique II, rey de Francia (1547-1559), esposo de Catalina de Médicis y padre de Francisco II de Francia, murió prematuramente tras un torneo en la plaza de las Tournelles de París, actual plaza de los Vosgos. La reina gobernó a través de sus tres hijos durante muchos años sin dejar nunca de lado su vestido de luto. En Saint-Denis, al norte de la abadía, hizo construir una inmensa rotonda de 30 metros de diámetro para albergar el sepulcro de su marido y de su familia, los Valois. La planta del mausoleo seguía la forma de las tumbas de la antigüedad y hoy se recrea en el Jardín Pierre de Montreuil, contiguo a la Basílica. Sin embargo, su plan, elaborado en medio de las Guerras de Religión, nunca llegó a materializarse. La "Rotonda de Valois" fue demolida como "ruina amenazante" a principios del siglo XVIII a petición de los monjes de la abadía.

La tumba de Enrique II y Catalina de Médici, construida entre 1560 y 1573 y situada en el centro de la rotonda, se encuentra ahora en el interior de la basílica. Los más grandes artistas del Renacimiento trabajaron en el proyecto, entre ellos Primatrice, el escultor italiano Ponce Jacquio y el francés Germain Pilon. La construcción monumental está animada por mármoles de varios colores, una práctica inspirada directamente en el nuevo espíritu que emana de Italia. Lo que más llama la atención son las monumentales Virtudes de bronce situadas en las cuatro esquinas de la tumba, un llamativo ejemplo del estilo manierista en el arte. Una vez terminado el trabajo de los escultores, Catalina de Médicis juzgó su representación demasiado macabra y demacrada. Se negó a aceptarla y encargó una segunda, que puede verse en Saint-Denis. La primera fue presentada en el Louvre y contrasta fuertemente con la versión de Saint-Denis, que representa a la reina en un suave sueño y se dice que se inspiró en una Venus de los Uffizi de Florencia.

Las dos efigies de Enrique II y Catalina de Médici en una capilla de la cabecera norte, esculpidas con sus trajes de coronación, tienen los ojos bien abiertos y pueden considerarse como réplicas en mármol de aquellas efigies funerarias con caras de cera realizadas para los funerales reales.

Enrique II y Catalina de Médici

Esta representación muestra a Catalina de Médici y a Enrique II más en paz que a Luis XII y Ana de Bretaña. P.Lemaître © CMN.



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