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Basílica Saint Denis

El primer arquitecto designado por Napoleón Bonaparte: Jacques-Guillaume Legrand

Cuando Napoleón Bonaparte decidió renovar la Basílica de Saint-Denis para convertirla en una cripta para su familia, no sabía que tardaría más de 60 años en terminar esta obra. Tres generaciones de arquitectos participarán en esta renovación, cada una de ellas con sus propias ideas para la obra a realizar. La basílica luce los diferentes estilos de los tres arquitectos. El primero en ser designado por el Emperador para iniciar este colosal proyecto fue Jacques-Guillaume Legrand.

Jacques-Guillaume Legrand: un arquitecto experimentado

Después de realizar sus estudios en la escuela Louis-le-Grand, Jacques-Guillaume Legrand (1743 - 1808) se matricula en la Ecole des Ponts-et-Chaussées. Paralelamente, asiste a algunas clases de Jacques-François Blondel en la Real Academia de Arquitectura, donde conoce a Jacques Molinos. Desde entonces, comienzan a trabajar juntos. Tras la muerte de Blondel, Legrand recibió lecciones del pintor Charles-Louis Clérisseau, con cuya hija se casó en 1789, a su regreso de Italia.  

Su instructivo viaje, en el que realizaron investigaciones complementarias sobre arquitectura, tuvo que acortarse y Jacques-Guillaume Legrand regresó a Francia para casarse con su esposa Marie-Joséphine Clérisseau y participar en obras de arquitectura durante 20 años.

Todavía inseparables profesionalmente, Molinos y Legrand reoganizaron, construyeron y renovaron juntos varios edificios, como el ayuntamiento de Auteuil en forma de templo griego en 1792.

El Secretario del Interior dejó en manos de Legrand la renovación de varios monumentos parisinos, mientras que el prefecto del departamento le nombró inspector jefe de las obras del departamento. En 1805, es nombrado para restaurar la antigua abadía de Saint-Denis.

Legrand inicia la restauración del techo de la basílica 

El primer y urgente trabajo a realizar en la abadía es reparar los adornos y quitar el techo de plomo. Los trabajos comienzan el 29 de marzo de 1794 y se terminan dos semanas después. Como ya no hay tejado, el edificio no puede acoger a ningún visitante y se empieza a hablar de una posible destrucción, de venderlo en varios trozos o de utilizarlo como almacén. Hacia el 29 de octubre de 1794, se inició el transporte de las efigies yacentes al almacén Petits-Augustin de París, dirigido por Alexandre Lenoir.

Guillaume-Jacques Legrand inició la construcción de un nuevo techo de pizarra en marzo de 1805.

Dos pasillos secretos descubiertos en la cripta carolingia. 

Hacia octubre de 1805, Legrand comienza la renovación de las vidrieras, que costó mucho dinero en materiales y empleados. Después, continúa con la decoración de la futura bóveda funeraria. En este momento, descubre dos pasillos en la cripta carolingia.

El trabajo duro de Jacques-Guillaume le empuja a la muerte  

Tras dos años de duro trabajo en la iglesia de Saint-Denis y para recuperar las tumbas de los reyes, Legrand decide instalarse en la obra para terminar su trabajo.

Debido a la cantidad de trabajo de los diferentes proyectos que no pudo rechazar, su salud comenzó a debilitarse. Murió de una fuerte depresión en Saint-Denis, el 10 de noviembre de 1808, lo que le impidió terminar su trabajo en la basílica. Le sucedió el arquitecto Jacques Cellérier.



 
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