Santo protector del reino, Denis fue venerado en muchas iglesias de Francia.
A partir de la Edad Media y a lo largo del Antiguo Régimen, el culto a los santos se impuso cada vez más en las pequeñas iglesias rurales e inspiró un arte más popular, el llamado arte Naîve. En el contexto de la guerra de religiones, los católicos se esforzaron por reaccionar ante las críticas de los protestantes al culto de los santos creando un vínculo más íntimo, una relación más personal entre los seguidores y sus santos patronos. Los santos debían ser amigos con los que contar. La producción de nuevas representaciones de santos contribuyó a esta evolución. Así, el culto a San Dionisio generó en aquella época una iconografía cada vez más abundante, diversa y a veces fantasiosa tanto en el arte estatuario como en la pintura, tanto en el arte de las vidrieras como en la imaginería de la devoción. (fig.1).
El austero Denis de la antigüedad dejó paso al Denis más pequeño, más agradable, más humano, inmediatamente accesible a los ojos de los seguidores y peregrinos (fig. 2, abajo). En este contexto, aparecieron representaciones de San Dionisio con "dos cabezas", en las que el obispo sagrado, con la cabeza firmemente plantada sobre los hombros, sostiene en sus manos su cabeza cortada, que parece ser una ofrenda a sus seguidores por su devoción hacia él. El santo aparece como un auténtico ser vivo con el que los devotos pueden comunicarse, mientras que la cabeza cortada se reduce al nivel de un solo atributo para poder identificar al personaje.
Aunque la basílica de Saint-Denis sigue siendo, por excelencia, el lugar donde se regocija el santo del reino, varios santuarios menos conocidos -iglesias parroquiales o simples capillas- también veneran a San Denis en diferentes regiones de Francia. En algunos casos, podría decirse que nuestro santo ocupó el lugar de un antiguo culto pagano dedicado al dios griego Dionysos, pero, la mayoría de las veces, se trataba de dominios rurales que en su día fueron propiedad de la abadía de Saint-Denis o de fundaciones piadosas construidas tardíamente en honor del santo. Es el caso, por ejemplo, de la capilla Saint-Érige de Auron, que posee un ciclo de pinturas murales del siglo XV que ilustran el martirio de San Dionisio (fig. 4 y 5).
Figura 1
San Luciano de Beauvais o San Denis.
Rondel, hacia 1500
CI.23537. Paris, Musée National du Moyen Âge
©RMN-Grand Palais / Michelle Bellot
Figura 2
San Denis.
Estatuilla de barro (1754)
Collection del Museo de la faïence, inv. NF1755, Nevers
Musée municipal Frédéric-Blandin
Figura 3
San Denis 'bicéfalo'.
Estatua policromada (finales del siglo 19th century)
Capilla Saint-Denis de Wolxheim (Bas-Rhin)
© petit-patrimoine.com
Figura 4
San Denis a merced de las fieras.
Decoración con pintura al temple (mediados del siglo XV)
Capilla Saint-Érige de Auron (Alpes-Maritimes)
Cliché Robert Paloma
Figura 5
Denis, Rustique and Éleuthère decapitados.
Decoración con pintura al temple (mediados del siglo XV)
Capilla Saint-Érige de Auron (Alpes-Maritimes)
Cliché Robert Paloma