Se dice que, antes de morir decapitados, Dionisio y sus compañeros sufrieron terriblemente. Estas torturas inspiraron a los autores a producir textos e imágenes.
Todas las narraciones conservadas son unánimes en afirmar que San Dionisio y sus compañeros Rústico y Eleuterio fueron decapitados (fig.1). Las descripciones anteriores no dan muchos detalles sobre las "diversas torturas" infligidas a los tres hombres. A partir del siglo IX, las biografías ya no se contentan con esta referencia desprevenida. Para alimentar la imaginación de los fieles, los autores añadieron un poco má de detalles sobre las torturas soportadas por sus héroes. Las circunstancias de su martirio podían observarse en auténticas representaciones en miniatura. Es el caso, por ejemplo, del "manuscrit de la Vie de Saint Denis-siglo XIII" (el manuscrito de la vida de San Dionisio) aquí representado (fig.2, en el centro), que muestra treinta miniaturas dedicadas a la vida y al tormento de Denis.Estas imágenes reflejan perfectamente el texto ilustrado. El fondo azul y rojo recuerda la belleza de la vidriera de la misma época.
En el año 835, el abad Hilduino de Saint-Denis fue el primero en aportar una serie de nuevos datos, como el nombre del prefecto que supuestamente interrogó a los tres hombres, un tal Fescennius Sisinnius. En el transcurso del interrogatorio, un aristócrata romano llamado Larcia acusó a Denis de ser un mago. Con la misma rapidez, Denis fue desnudado y azotado delante de sus compañeros Rustique y Éleuthère, que no tardaron en sufrir un trato similar (fig. 3). Según Hilduino, Denis fue luego tendido desnudo sobre una parrilla, y dejado a merced de animales salvajes hambrientos (fig. 4), arrojado a un horno y finalmente colgado en una cruz, pero se levantó de todas estas pruebas gracias al poder de la oración. Sus compañeros, sometidos a los mismos tormentos, sobrevivieron a ellos de la misma manera. Posteriormente, mientras san Dionisio celebraba una misa en su prisión, supuestamente se le apareció Cristo junto con una multitud de ángeles y le ofreció el cuerpo bendito de Cristo con sus propias manos. Finalmente, y tras una nueva paliza, el prefecto ordenó decapitar a los tres hombres.
Todas las versiones posteriores de la Pasión de Dionisio incluyeron la información proporcionada por Hilduino. La única variante referida posteriormente se refería a las armas utilizadas por los verdugos para la decapitación: la espada para Hilduino, el hacha para los autores anteriores. A finales del siglo XIII, la misma historia fue retomada, de forma resumida, por el dominico Jacques de Voragine en su leyenda dorada, que fue traducida a todas las lenguas y se convertiría en uno de los best-sellers del Occidente medieval y moderno. La historia de Denis siempre contó la misma historia desde el siglo IX. Se mantuvo idéntica con la misma descripción de las diferentes torturas soportadas por los tres santos, en diferentes obras de la época moderna. También inspiró a artistas famosos, como Pierre II Mignard (fig. 6) o Léon Bonnat, cuyo cuadro 1874-1888 (fig. 5), sigue adornando el Panteón en la actualidad.
Figura 1
Decapitación de San Dionisio, Rústico y Eleuterio.
Brviary : uso de París hacia 1414, Bibl. Arsenal 5080, fol. 107
Cliché IRHT
Figura 3
San Dionisio llevado al martirio
Vida de San Dionisio (mediados del siglo XIII)
Ms. Paris, Bibl. Nat. nouv. acq. fr. 1098, fol. 43v./
Figura 4
Dionisio arrojado a las fieras.
Vincent de Beauvais (1190 ?-1264 ?), "Miroir historial" manuscrito por Jean le Bon
trad. Jean de Vignay (towards 1335)
Ms. Bibl. Arsenal 5080, fol. 107v.
Figura 5
El mártir de San Dionisio, 1874-1888.
de Léon Bonnat (1833-1922), marouflaged canvas, Paris, Panthéon
© Patrick Cadet / Centre des monuments nationaux
Figura 6
Martitio de San Dionisio,
San Rústico y san Eleuterio.
Dibujo by Pierre II Mignard (1640-1725),
Avignon, Musée Calvet
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